Daniel Cuéllar / MADRID    Fotografía: El Mundo

La línea 1 del metro de Madrid fue inaugurada por el rey Alfonso XIII el 17 de octubre de 1919, en un tramo de 8,3 kilómetros de longitud y ocho estaciones que unían la Puerta del Sol y Cuatro Caminos. Se trata de la línea más antigua de España con 96 años de servicio y 85 millones de viajeros anuales, -la segunda, por detrás de la línea 6-.

Casi a punto de cumplir su primer centenario, la linea está sufriendo unas obras para su mejora y modernización, por lo que, desde hace unos días y hasta el 12 de noviembre, parte de la línea se encuentra cerrada. Estas obras han llevado a la supresión parcial del servicio entre las estaciones de Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe. Las obras debían haber comenzado el pasado 18 de junio, pero la huelga de los maquinistas de Renfe hizo que el Consorcio Regional de Transportes retrasase su inicio hasta que se pudiera garantizar el Plan de Movilidad coordinado entre Metro, EMT y Cercanías para atender, de manera prioritaria, a los vecinos de Puente y Villa de Vallecas.

Ya han dado comienzo los trabajos de renovación, que supondrán una fuerte inversión económica -casi 70 millones de euros-, además de un gran despliegue de maquinaria y mano de obra que trabajará por turnos las 24 horas del día y de una estratégica coordinación de los trabajos para solaparlos, los más posible, con el periodo estival y minimizar las molestias de sus usuarios.

Las obras afectan a 13,5 kilómetros de la línea, en concreto, el tramo de 23 estaciones que discurren entre Plaza de Castilla y Sierra de Guadalupe. En esta primera fase se llevará a cabo la impermeabilización y restauración integral del túnel entre Cuatro Caminos y Portazgo, uno de los más antiguos del suburbano madrileño que será reforzado mediante inyecciones de cemento y proyecciones especiales de hormigón.

En todo el tramo, además, se sustituirá la catenaria convencional por una rígida, un sistema patentado por Metro de Madrid en el que el elemento que transmite la corriente eléctrica para que el tren funcione no será un cable sino un carril rígido. La nueva catenaria aportará mayor fiabilidad, menor coste de mantenimiento y reparaciones más fáciles, pero su instalación requiere de unos complejos trabajos de ingeniería y de montaje en un túnel construido hace casi un siglo.

Transporte alternativo

Por motivo de las obras se han reforzado los servicios de transporte alternativo, que cubren los servicios de la línea. De este modo, se han puesto en marcha tres líneas de autobús que cubrirán los trayectos Plaza de Castilla-Cuatro Caminos; Conde de Casal-Sierra de Guadalupe y Atocha Renfe-Sierra de Guadalupe. Estos servicios especiales circulan desde las 6 de la mañana a las 1.30 de la madrugada y serán gratuitos durante los 133 días que, según las previsiones, durarán las obras.

Asimismo se han reforzado las líneas 10, 37, 102, 143 y 145 de la EMT que transitan por el recorrido de la línea 1, y se ha incrementado la frecuencia de las líneas de Metro 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10, y las líneas de Renfe Cercanías con conexión hasta Chamartín: C1, C2, C3, C4, C5, C7, C8 y C10.

Para garantizar la fluidez en la circulación de los autobuses, en la avenida de la Albufera se ha habilitado un carril exclusivo BUS, mientras que los agentes de movilidad realizarán durante estos meses, tareas específicas en materia de regulación y control del tráfico. Según la Comunidad, se trata del mayor servicio alternativo de transporte público diseñado para cubrir el cierre parcial de una línea de Metro.

Aún así, para los usuarios habituales del suburbano madrileño, les resulta bastante «engorroso», cambiar de hábitos, y tener que coger el autobús. Es el caso de Marta Campillo, que trabaja en la avenida Ciudad de Barcelona, junto al Puente de Vallecas y reside junto a la estación de Sevilla. «El metro es mi mejor opción, porque en menos de media hora, más o menos, dependiendo del transbordo en Sol, sabía que podía llegar bien a mi trabajo, pero ahora con el autobús y el tráfico, ya no puedo calcular mi tiempo de igual manera», confiesa.

En la actualidad, esta línea de color azul discurre entre Pinar de Chamartín y Valdecarros, con más de 23 kilómetros de distancia repartidos en 33 estaciones, 54 accesos desde la calle y 38 vestíbulos.