D.C. / BADAJOZ

Jerez de los Caballeros es una localidad de 9.615 habitantes que se encuentra al Suroeste de la provincia de Badajoz, colindante con la frontera portuguesa y asentada sobre un cerro, con una altura media de unos 500 metros sobre el nivel de mar.

Desde lo alto se observa la vega del río Ardila, afluente del Guadiana con unas vistas panorámicas de sorprendente belleza, sobre todo desde el balcón que constituye su hermoso Parque de Santa Lucía, con el respaldo de sus murallas de origen musulmán y la magia de su fortaleza, al fondo.

Jerez de los Caballeros es cuna del cerdo ibérico, y es uno de los destinos preferidos para conocer a fondo la cultura del jamón, que tiene su propia denominación de origen, Dehesa de Extremadura.

Historia

El nombre de Jerez de los Caballeros desciende de la época fenicia, civilización que posiblemente fundase la ciudad, y a la que le dieron el nombre de Ceret. Más tarde, durante la época romana, pasó a llamarse Fama Iulia Seria o Caeriana, y por los restos arqueológicos encontrados, todo apunta a que fue un pueblo muy habitado.

Siglos después, durante la dominación árabe es conocida con Xerixa o Xeris y no cabe duda de que fue ciudad importante, aunque desafortunadamente Jerez de los Caballeros conserva muy pocos restos de aquella época.

Con la conquista por Alfonso IX de León en el año 1230, con ayuda de la Orden de los Templarios, Jerez se convierte en cristiana, aunque aún pasarán varios años de enfrentamientos. Una vez vencido al ejército musulmán,  el rey hace donación de la villa a la Orden del Temple. Con el Temple comienza una repoblación y engrandecimiento de la comarca, siendo de esta época la constitución del «bailiato» o encomienda de Jerez como lo demuestran documentos de capítulos de la orden.

La disolución de la Orden del Temple en 1312 por bula del papa Clemente V, hace pasar todas sus posesiones en España, y en concreto la comarca de Jerez, a la corona. Existe en el pueblo una gran torre de la muralla, denominada «Torre Sangrienta», que toma su nombre, según cuenta la historia, de cuando los Templarios se resistieron y fueron degollados y arrojados al vacío desde la torre.

En 1315 Jerez de los Caballeros, denominada Xerez de Badajoz pasó a manos de portugueses, quienes mantuvieron la fianza de plazas y fuertes hasta 1330. Décadas después en 1370 el rey Enrique II cede a la Orden de Santiago, la ciudad, quienes la mejoraron radicalmente.

El siglo XVI supuso un período de engrandecimiento para Jerez de los Caballeros. Se multiplican los edificios monumentales, aumenta la población, y entre 1523 y 1526 aproximadamente Carlos I le otorga el título de «muy noble y muy leal».

Jerez y sus torres

Gracias a la empresa turística Temple Tour, desde TROTAMUNDO hemos podido conocer más de cerca la historia de la ciudad, y también hacer una visita a las torres, por las que se caracteriza la ciudad.

Santa María de la Encarnación

Este templo es el más antiguo de cuantos existen en Jerez de los Caballeros ya que hay pruebas que lo remontan a la época visigoda. En su interior existe una columna invertida en la que se pude leer la inscripción “en el día noveno de las calendas de enero, de la era 594 fue dedicada esta iglesia a Santa María”. Esta fecha indicaría que fue fundada en el año 556 de nuestra era. La posición invertida de la columna en la que está grabado el epígrafe conmemorativo de la consagración de la iglesia nos indica la fecha de construcción del templo ya que este detalle o descuido jamás se hubiera tolerado en los edificios religiosos griegos o romanos.

No existen más referencias a su construcción aunque se cree que empezó más pequeña y de modestas proporciones externas, pues aunque el pueblo cristiano era numeroso, estaba bajo el dominio de los visigodos, que por ser arraianos no habían de mirar con buenos ojos que las iglesias católicas se alzasen con más pompa que las suyas. Luego fueron realizándose diversas ampliaciones. De todas formas la más importante tuvo lugar en el S. XVI momento a partir del cual la iglesia ya poseería la forma actual.

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En los tiempos de la dominación mahometana debió ser la mezquita donde hacían oración los creyentes del Corán. También fue la iglesia principal cuando la población cayó en poder de la Orden Templaria, quienes al encontrarse un templo que en otro tiempo había sido santuario de la Virgen María, patrona de la Orden del Temple, debieron tener gran júbilo en confirmar la consagración verificada en el siglo VI.

El edificio se construyó, de primera intención, de forma rectangular por fuera, dividido dentro en tres naves por medio de columnas cruciformes La capilla mayor está cubierta por una cúpula del crucero es de estilo renacentista, con fantástica decoración barroca, relieves con emblemas del sol, la luna, la estrella de la Natividad y el lirio de la Virgen, entre querubines y adornos de todo género. En las pechinas se distinguen las figuras en relieve que representan a Santa Ana, san Joaquín y San José, y en el anillo águilas bicéfalas (escudo de Carlos I de España y V de Alemania).

El magnífico retablo de esta capilla mayor era de talla dorada, con columnas corintias de fustes estriados y con profusión de adornos.

San Miguel Arcángel

La torre se construye entre 1749 y 1756 y es obra de Juan Alfonso de Ladera y mide 64 metros de altura. Según manifestación expresa en su testamento, en esta parroquia, junto las cenizas de su madre quiso descansar eternamente el adelantado de la Florida, Hernando Méndez de Soto.

La iglesia es un notable templo con aspecto de colegiata. Se alza en el centro del casco urbano. Su construcción debió iniciarse a finales del siglo XIV, bajo la advocación de Santiago, a raíz del establecimiento de los caballeros santiaguistas en la Ciudad, cuando Enrique II hizo merced de ella a esta Orden. La referencia más antigua se remonta a 1463.

san-miguel-arcangel-jerezDe la primera fábrica se conserva la portada del lado del evangelio, de estilo gótico. También corresponde a la primera construcción las bóvedas de las dos capillas situadas a los pies del templo. Su estilo es barroco aunque en ella se entremezclen distintos elementos que responden a los diferentes periodos de evolución.

El Altar Mayor, cubierto por una cúpula, lo constituye un templete barroco de tres caras, de gran riqueza ornamental, con tallas de los cuatro evangelistas. Posee también un coro alto con voladiza tribuna dorada. La cúpula está decorada con pinturas del siglo XVIII que fueron realizadas por pintores italianos y representan a la Santísima Trinidad.

La sillería del coro es del siglo XVI de estética renacentista, está formada por dos filas de escaños decorados con pequeñas columnas adosadas, roleos, ménsulas y formas geométricas destacando el sillón del «Gran Maestre», en el cual está labrada la Cruz de la Orden de Santiago.

Torre de San Bartolomé

Data del siglo. XV – XVI, reformada en el siglo XVIII, la fachada lateral se levanta sobre una plataforma Barroca a modo de tribuna. La portada presenta formas Neoclásicas.

La fachada principal tiene una gran riqueza decorativa que le otorgan los motivos vegetales, los dinteles ondulados y sobre todo los azulejos. Estos están decorados con discos cerámicos configurando bandas o cenefas decorativas, su estilo es Barroco.

La torre data de 1759 y es de segunda construcción ya que la primitiva se viene abajo durante el terremoto de Lisboa de 1755. Su estilo es barroco con fábrica de ladrillo y aplicaciones de barro cocido y yesería, con revestimientos de vistosa cerámica vidriada.

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Este templo está dedicado al Santo Patrón de la Ciudad. Según la leyenda, su origen se remonta a tiempos de la Reconquista, cuando los reyes de León hacían incursiones por estas tierras, entonces de moros. La fábrica actual es muy posterior, aproximadamente del siglo XV y reformada en los siglos XVI y XVII, pero aún quedan muchos vestigios de su gótica fisonomía anterior que debió iniciarse como ermita, que bajo el nombre de San Bartolomé de la Jara, se alzaba en el siglo XIII, en la parte más prominente de la población.

La iglesia parte de la pequeña capilla situada a mano izquierda en la que se encuentra actualmente la pila bautismal y la imagen de San Bartolomé. En ella existe una leyenda en letras góticas en la que se dice que su acabo de construir en 1508.

El retablo del altar mayor es obra de José de la Barrera, se realiza a expensas del Consejo y por dirección del Ayuntamiento y se coloca es 1691. Este retablo es sencillo en sus partes, aunque bastante adornado en la composición.

Torre de Santa Catalina

Arquitectónicamente se trata de un templo barroco. Fue construida sobre otro templo de origen medieval, ampliado a partir del siglo XVI.

La estructura fue dañada por el terremoto de Lisboa de 1755 por lo que tuvo que ser reparada antes de comenzar la construcción de la torre en 1757. El autor fue Juan Alfonso de Ladera aunque le imprimió un aire barroco más neoclásica.

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Se trata de un templo barroco aunque contiene muchos elementos de corte Neoclásico. La torre fue construida desde el año 1756 a 1772. Su altura es similar a la de San Bartolomé, 60 metros. Por encima del ventanal superior hay una inscripción del 1762.

La iglesia es de planta rectangular es de una sola nave que por no tener columnas en medio resulta amplísima y hermosa. A los pies se encuentra el órgano y en las paredes de ambos muros laterales se sitúan diversas capillas abovedadas, así como otras que constituyen pequeños retablos y algunos lienzos. El retablo del Altar Mayor es barroco, está dedicado a Santa Catalina mártir, y tiene forma de concha. Su fecha de construcción es del primer cuarto del siglo XVIII.

La Torre Sangrienta

La torre Sangrienta o del Homenaje, es la de mayores medidas: 10,50 x 7,50 m., y su situación, en la zona de más desnivel, le confiere un aspecto de robustez que no poseen las restantes. La puerta de acceso es de reducidas dimensiones, adintelada y con algún sillar, posiblemente re aprovechados de época romana, según sus características. La bóveda, es de cañón apuntado y, realizada con lajas de pizarra colocadas de perfil y compactadas con abundante cal. En la única estancia de esta torre y en su cara suroeste hay un vano geminado al exterior y de medio punto al interior, toscamente labrado, y una fina aspillera en la cara noroeste, siendo estos dos citados los únicos puntos de penetración de luz al interior de la torre: el primero para la estancia abovedada y el segundo para la escalera que da acceso a la parte alta, la cual comienza en caracol y, continua luego de manera irregular, con trozos rectos y curvos hasta terminar en una especie de bóveda de horno que da salida a la terraza superior.

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Si exceptuamos el vano de la citada escalera, el resto de la torre es maciza y sin troneras o saeteras de los modelos que son típicos del siglo XV, como las circulares con cruz superior o lo buzones, al igual que las restantes la torre del Homenaje está construida con sillarejo y mampostería y sólo tiene sillares bien escuadrados en los ángulos.

A esta torre se conoce tradicionalmente como «Torre Sangrienta», nombre legendario que se debiera acaso porque en el siglo XIV se mandó ajusticiar en ella a algunos caballeros templarios que se habrían negado a entregar la villa al rey Fernando IV, con motivo de la disolución de su orden militar.

Torre del Reloj

En 1570 por acuerdo del Concejo, se ordenó reparar el tejado de la misma, debido a que las filtraciones de agua dañaban el reloj, siendo esta la primera referencia histórica que conocemos de la ubicación del mismo.

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Tiene planta rectangular. En su primer cuerpo tan sólo hay un vano de forma ojivar y ventanilla ciegas pareadas. El cuerpo que está por encima, encalado, es un añadido posterior, que hace las veces de campanario reducido en tamaño (a la manera de los existentes en las torres) y en el que destaca el popular reloj que le da nombre.

En 1710 fue sustraído por las tropas portuguesas y hasta 1739 que se compró otro, Jerez usó el de Valle de Matamoros. La torre se remata con una imagen de Cristo con los brazos abiertos.