Daniel Cuéllar / SEVILLA

En el mes de julio tiene lugar en la localidad de San Nicolás del Puerto, en la Sierra Norte de Sevilla, una aventura inolvidable en la que el visitante pasará mucho miedo. Se trata de la celebración de la Noche del Terror de San Nicolás del Puerto, que este año cumple su XIII edición, y de ahí que se titule «Trece». Este evento que se viene realizando desde el año 2003 ha atraído a más de 40.000 personas, en sus 13 ediciones, a una localidad que no llega a 700 habitantes.

Concepción Murillo Hernández es la teniente alcalde, además de concejal de Cultura de la localidad, y es la que organiza la Noche del Terror, aunque reconoce que se necesita mucha más gente para llevarla a cabo, ya que una sola persona sería incapaz de ponerla en marcha. «Para ello tengo a mis compañeros y a todos los voluntarios que se han unido desinteresadamente a este proyecto.  Hay más de un centenar voluntarios en este proyecto,  gente que siempre está dispuesta  a echar una mano», comenta.

El equipo de trabajo ha tardado más de tres meses elaborando la historia, buscando las localizaciones, confeccionando el vestuario y poniendo todo en marcha. «Este año la historia trata de un accidente en la segunda Guerra Mundial de un avión americano, que llevaba los experimentos de los alemanes nazis en la caja número 13. Lo curioso de la historia es que parte de un caso real, ya que en la década de los sesenta, se estrelló un avión militar español en la localidad, en la que murieron nueve personas», cuenta Concepción.

Concepción Murillo (izquierda) también participa en este evento

Concepción Murillo (izquierda) también participa en este evento

La Noche del Terror de San Nicolás del Puerto es un pasaje del terror, con una serie de peculiaridades que lo hacen diferente y que hizo que ganara el Premio Progreso 2010 a la Innovación Turística, y es que cada año cambia su historia y sus personajes. El recorrido discurre por la localidad y en los bosques aledaños, por casi un kilómetro y medio de extensión, y además los actores y técnicos son vecinos voluntarios. «Es curioso el interés que ponen los vecinos, que uno estuvo aprendiendo alemán para adentrarse más en el personaje», cuenta Murillo.

Lo peculiar de esta edición es que se han agotado todas las entradas antes que otros años. «Hace dos meses que llevan agotadas las entradas, y este año se han vendido hasta las del viernes, que no suelen agotarse», cuenta la teniente alcalde a TROTAMUNDO.

Para Manoli Rodríguez Roja es el segundo año que lleva viniendo a la fiesta del terror. «El año que más me ha gustado ha sido este, ha sido más intenso. Me convenció una amiga porque yo no soy de ver películas de terror ni nada de miedo y al final me ha empezado a gustar, tanto que me he traído a mi sobrino», asegura. Por su parte, María Victoria Esquivela  valora la gran implicación del pueblo en este evento, que «aportan un mayor realismo y diversión a la historia».

Esta fiesta comenzó como una iniciativa vecinal, y a día de hoy es conocida incluso en otras provincias, no solo andaluzas, sino también de Extremadura, o incluso Castilla y León.

La gente que viene a este evento se suele quedar en apartamentos vacacionales, en casas rurales o en los campings, ya que la localidad no dispone de hoteles, «es algo que aún tenemos pendiente, pero a su vez es una forma de dar vida a los pueblos de los alrededores, ya que la gente va a sus restaurantes y a sus tiendas, y eso es algo bueno para la comarca», comenta la concejala de Cultura.

Como en años anteriores, además del recorrido, los visitantes podrán disfrutar de animación de calle, música en directo y de un Mercadillo del Terror. «Tenemos siempre ambientación de calle, pero este año la gente del pueblo quería estar en el recorrido dando sustos y no ha dado tiempo a hacerlo todo, por lo que se está preparando un taller de animación para el año que viene, para que la gente pueda aprender las nociones básicas para desfilar.

Dentro del Mercadillo del Terror, cabe destacar la labor que desempeñan las miembros de la asociación de mujeres de la localidad, vendiendo en un puesto, chocolate caliente con buñuelos, con el fin de recaudar fondos para los viajes que realiza la asociación. Manuela Adelaida Álvarez Rodríguez es la presidenta de la asociación, quien confiesa que el truco de los buñuelos es venderlos recién hechos. «Para hacer los buñuelos, se pone el agua a calentar, se le echa sal, harina y levadura, y eso se deja reposar, para estirar muy bien y hacer una bolita, que se fríe y adorna con azúcar», explica Manuela.

Las mujeres de la asociación haciendo buñuelos y chocolate

Las mujeres de la asociación haciendo buñuelos y chocolate

Pepa Gutiérrez Ruíz es la vicepresidenta de a la asociación, que cuenta con más 50 socias, con  mujeres de todas las edades. «Durante los viajes También hacemos vídeos para el ayuntamiento, que son utilizadas las semanas culturales. y colaboraciones colaboramos en todo, cantamos, hacemos películas, bailamos, nos atrevemos con todo.

Además todos los que visiten la localidad podrán disfrutar de dos monumentos naturales (Cascadas del Huéznar y Minas del Cerro del Hierro), se podrán bañar en la única playa fluvial de la provincia de Sevilla y pasear por la Vía Verde de la Sierra Norte.

Durante la segunda semana de julio tiene lugar la Feria, que se celebra en el centro del pueblo. «Es de noche porque la gente durante el día suele disfrutar de las cascadas o de la playa fluvial», asegura Concepción Murillo. La semana cultural es la segunda semana de agosto, con actividades culturales cada día, y con la publicación de una revista durante esa semana con el fin de recaudar fondos para subvencionar la semana cultural.

Asimimo, y haciendo un guiño a la Noche del Terror, durante el mes de enero, la localidad celebra el Festival de Cortos a nivel internacional «La Vieja Encina», de género de terror y fantástico.