Daniel Cuéllar / CÓRDOBA

Por los que me conocéis, sabéis que no soy muy de salirme de lo estrictamente periodístico, pero aun así hoy quiero hacer algo especial, y dar ese trato cercano que se merecen también mis lectores. Me considero un profesional humilde, que intenta dar a conocer de la forma más singular, cada rincón de España, pero también ha sido mucha la emoción de este momento, y quería compartir este vídeo, y mi experiencia, con vosotros.

Gracias a la Asociación Andalucía Travel Blogguers he tenido la suerte de participar en un proyecto de Turismo Andaluz, en el que se presentan las 8 capitales andaluzas, en un vídeo promocional en el que se traza un recorrido con lo esencial de cada una de las ciudades.

Aunque he de reconocer que Córdoba es una de las ciudades que más me apasiona de Andalucía, había cosas que nunca había podido llegar a ver, por falta de tiempo generalmente, y que gracias al vídeo he podido descubrir…¿Os imagináis, un asturiano descubriendo los secretos de Córdoba, a la vez que grababa el documental?

Ha sido para mí una experiencia sorprendente, para la que he tenido que madrugar más de lo normal, cosa que he de reconocer que me cuesta bastante trabajo. Era una mañana fresquita de mayo, y a las 7 partimos desde Sevilla hasta la capital cordobesa. Durante el camino, paramos a desayunar en una tradicional venta, en la que nos ofrecieron distintos tipos de zurrapa y manteca colorá, tan típica de estas tierras.

Eran las 8 y cuarto cuando llegamos a Córdoba. Un día de sol y de calor, se avecinaba, pero no había ganas de quitarse el jersey. Corriendo nos fuimos a la Mezquita, porque como cuento en el vídeo, tiene un horario muy restringido gratuito para las visitas, y después hay que abandonar el templo.

Merece la pena visitar la Mezquita, pues es un lugar sorprendente. Para aquellos que no la hayan visitado y que se piensen que la tienen vista con ver fotografías en google, les recomiendo disfrutarla en directo, pues la sensación que se vive bajo sus techos, arcos y columnas, transportan al visitante a un lugar totalmente singular y desconocido.

A continuación, nos fuimos para el puente de San Rafael, donde ya pegaba el sol de lo lindo, donde no podía quitarme el jersey, al haber grabado con él, el plano anterior, que iba a ir a continuación del puente en el vídeo (es lo que se conoce como racord o continuidad, y que ayuda a que cuando se cuenta la historia, no se rompe el hilo conductor).

El puente de San Rafael es de orígen medieval, el más representativo de la ciudad, dada su ubicación, a los pies de la Mezquita, y donde se encuentra una imagen del patrón de la ciudad.

Desde el puente volvemos al centro, para conocer la Calleja de las Flores, un lugar singular, aunque abarrotado de gente siempre, un ir y venir de gente constante, ya que es una plaza sin salida (muy similar a la de Santa Marta en Sevilla), y ornamentada con cientos de macetas, que la hacen tan singular. De ahí nos fuimos al Alcázar, y a lo más alto. Sinceramente nunca había visto Córdoba desde esa perspectiva. Estaba maravillado. Al bajar de la torre, aún me esperaba conocer de primera mano uno de los patios más bonitos, en pleno explendor, que me dejó con la boca abierta.

Íbamos bien de tiempo, así que creo que no debí de hacerlo muy mal, ya que nos dio tiempo a visitar a una vieja amiga, Marilú, la propietaria de la heladería Queen junto a la Mezquita, que nos invitó a unas cervezas bien fresquitas. Un aperitivo perfecto antes de comer en Las Piconeras, un lugar donde nos trataron como a reyes, y digo esto porque conviene matizar. Aunque también debo reconocer que a mí como bloquero o periodista nunca me ha pasado, por lo visto hay establecimientos que muestran sus platos para el vídeo, pero después se los llevan, y…. ¡miau, ya lo has visto! Pero no fue el caso. Todo lo que grabamos, tuvimos la suerte de comérnoslo. Estaba todo realmente delicioso, y desde aquí quiero agradecer el trato recibido.

Por la tarde nos quedaba grabar el museo de Julio Romero de Torres. Muy interesante, pero he de reconocer que me quedo con las maravillas arquitectónicas que ofrece la ciudad. El final fue en La Corredera, mi plaza favorita de Andalucía, donde hago el cierre del reportaje.

Bueno, pues contada mi experiencia, me gustaría compartir el vídeo y que me diéseis vuestra opinión. ¿Probamos?